Me siento orgulloso de ser lasallista, porque siempre me impulsaron a practicar deportes, porque inculcaron principios católicos, y por cada una de las enseñanzas brindadas por cada uno de los profesores.

El Colegio De La Salle ha sido muy importante para mí, porque me permitió formar buenas amistades, las cuales, se conservan hasta hoy, por los valores religiosos que me inculcaron, por el valor de la responsabilidad que me ha servido para la vida universitaria y laboral.

La Salle es para mí un segundo hogar, tiene una educación completa iniciando por el buen trato hacia los demás, el respeto y el amor hacia el prójimo, porque Todo Lasallista es mi Hermano, ahí recibí educación para toda la vida.